ANÁLISIS ASTROLÓGICO
Ya adentrándonos en el gráfico natal, quiero destacar que John F. Kennedy tenía una destacada cuadratura entre la Luna y Venus, que formaba parte de un triángulo isósceles (figura de aspectos), en el que la Luna formaba una semicuadratura con Neptuno, y este con Venus. Además, a esta figura de aspectos se añade otra, formando un pequeño triángulo escaleno que involucraba de nuevo a la Luna en cuadratura con Venus y en trígono con Marte, y este último en semisextil con Venus. Estas dos vibrantes y energéticas configuraciones astrológicas hicieron que no tuviera límite alguno a la hora de buscar el afecto carnal en la amplia lista de amantes que tuvo a lo largo de su vida, siendo de sobra conocidos los rumores sobre sus relaciones extramatrimoniales, especialmente durante su mandato presidencial.
La conocida relación con la sex symbol Marilyn Monroe fue un claro ejemplo de ello. Podemos recordar aquella mediática anécdota cuando, a pocos días del cumpleaños de Kennedy, en una gala benéfica celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York, la actriz de Hollywood le cantó por sorpresa: "Happy Birthday, Mr. President". Este momento se convirtió en uno de los más icónicos de la historia de la cultura pop.
Si miramos atentamente su gráfico natal, aparece presente la cuadratura entre los planetas Júpiter y Urano (este último aislado del resto de los astros). Este ciclo planetario será el protagonista indiscutible de su corto pero intenso mandato presidencial, como vamos a ver.
El 20 de enero de 1961, Jura el cargo como el 35º presidente de Estados Unidos, cuando los planetas Júpiter y Urano formaban un biquintil. Esto ya anticipa un mandato intenso y abrupto, como comprobaremos.
Esta configuración astrológica es altamente explosiva, sobre todo en política exterior. Así se reflejó en varios acontecimientos históricos que marcaron su presidencia. Entre ellos destacan el fracaso de la intervención militar en Bahía de Cochinos, en abril de 1961, para derrocar a Fidel Castro y su régimen comunista, así como la Crisis de los Misiles en Cuba, en octubre de 1962, que estuvo a punto de desencadenar la Tercera Guerra Mundial con la Unión Soviética. En este último evento, Júpiter y Urano formaban una oposición.
Tras este trascendental choque entre las dos superpotencias, se decidió instalar el famoso "teléfono rojo", para permitir una comunicación directa entre los mandatarios de Estados Unidos y la Unión Soviética, evitando así una catástrofe nuclear. Por ese motivo, se creó una línea de comunicación directa entre Washington y Moscú. Al acecho, una sexquicuadratura entre Júpiter y Urano.
En 1961, el líder comunista Nikita Jrushchov autorizó la construcción del Muro de Berlín, para contener la migración de Alemania Oriental (comunista) a Alemania Occidental (capitalista). Este hecho provocó, dos años después, el viaje de Kennedy a Berlín Occidental, donde pronunció su famoso discurso en 1963 con las inolvidables palabras: "Ich bin ein Berliner" (Soy un berlinés). Este mensaje simbolizó el compromiso de Estados Unidos con la libertad en plena Guerra Fría. De nuevo, Júpiter y Urano estaban activos, formando una sexquicuadratura.
El ciclo Júpiter-Urano, presente en la carta natal del presidente, ha estado siempre en sintonía con la exploración espacial, el universo y el avance científico en astronomía. No es extraño, por ello, que la administración Kennedy impulsara la carrera espacial durante la Guerra Fría, buscando liderar el pulso con la URSS y consolidar la hegemonía estadounidense en esta frenética carrera contra reloj para poner un hombre en la Luna.
Ese impulso se verbalizó en su discurso en la Universidad Rice, donde estableció la meta de enviar un hombre a la Luna antes de que terminara la década de los años 60. El hombre llegó a pisar la Luna el 20 de julio de 1969. Kennedy ya llevaba seis años muerto. Pero, ¿sabes qué gran ciclo planetario estaba activo ese día? La conjunción Júpiter-Urano, y junto a estos planetas, nuestro satélite, formando un estrecho stellium. Muchos escépticos dirán que es una de esas curiosas casualidades de la vida.
Aunque parezca paradójico, inicialmente los derechos civiles no estaban en el foco de la administración Kennedy. Sin embargo, eventos como las protestas pacíficas en Birmingham, Alabama, conocidas como la Campaña de Birmingham, que se desarrollaron principalmente entre el 3 de abril y el 10 de mayo de 1963, que incluían marchas, sentadas y la participación masiva de jóvenes y adolescentes, y que provocó una brutal represión policial que impactó en la opinión pública nacional e internacional, liderada por Martin Luther King, cambiaron el enfoque de los Kennedy. El ciclo planetario presente de nuevo fue el quincuncio entre Júpiter y Urano.
Pero fue su sucesor, Lyndon B. Johnson, quien llevó adelante la legislación más significativa en este ámbito, ya iniciada por los hermanos Kennedy durante su breve presidencia.
Trágicamente, la vida del presidente John F. Kennedy se vio abruptamente interrumpida el 22 de noviembre de 1963, a los 46 años, cuando fue asesinado por varios disparos durante una visita oficial a Dallas, Texas. Su muerte sigue siendo objeto de especulación y teorías conspirativas. Sin embargo, ese día estaba de nuevo operativo el ciclo Júpiter-Urano, formando un quincuncio exacto de 150º de arco. Era, sin duda, su ciclo planetario afín.
La tragedia de la familia Kennedy comenzó con la muerte de Joseph P. Kennedy Jr., primogénito de la familia, en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, seguida por la pérdida de Kathleen "Kick" Kennedy en un accidente aéreo en 1948. Alcanzó su punto álgido en 1963 con el asesinato de John F. Kennedy. Posteriormente, en 1968, otro golpe devastador llegó con el asesinato de Robert F. Kennedy, mientras buscaba la nominación presidencial demócrata. La muerte de John F. Kennedy Jr., hijo del presidente, en un accidente de avión en 1999, añadió un capítulo más a la historia dolorosa de esta icónica familia.
Sin lugar a dudas, fue uno de los presidentes más carismáticos de su país y un firme defensor de los derechos civiles. Su famoso discurso en la toma de posesión en 1961, con la célebre frase: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país”, sigue siendo una llamada a la participación cívica. Aunque su tiempo en la presidencia fue breve, hoy continúa siendo un referente mundial, tristemente recordado por su trágico final.